Pasé unos días maravillosos en Mas La Bergerie. El hotel está ubicado en medio de la montaña, lo que lo hace perfecto para relajarse y desconectar del bullicio de la ciudad. El entorno natural es impresionante, con vistas panorámicas increíbles. El personal del hotel es muy amable y atento, siempre dispuesto a ayudar en lo que necesites. Las habitaciones son cómodas y acogedoras, con una decoración rústica encantadora. Además, la comida en el restaurante fue deliciosa y con platos regionales sorprendentes. Definitivamente, una experiencia única y altamente recomendable.

No dudaría en recomendar este hotel.

Siempre vuelvo a este hotel porque el personal fue muy amable la primera vez que me alojé. Tiene todo lo que necesito: Wi-Fi gratis, estacionamiento gratuito, utensilios de cocina, TV de pantalla plana, lavandería, registro de entrada y salida exprés. Volveré para una escapada romántica.

La Bergerie es alucinante! El entorno es increíblemente hermoso, alejado en medio de la montaña. Pudimos descansar y relajarnos por completo. Las habitaciones tenían todo lo que necesitábamos, con conexión wifi gratuita, utensilios de cocina e incluso una televisión de pantalla plana. ¡El servicio de lavandería fue fantástico y el check-in y check-out exprés nos ahorraron tiempo! Además, nos encantó explorar los senderos para hacer senderismo, la pesca, el buceo y pasear a caballo. ¡Incluso había un parque acuático para los niños y acceso a la playa con tumbonas para disfrutar del sol! No pudimos resistirnos a relajarnos en el jacuzzi, y nuestros pequeños estaban encantados con el área de juegos infantiles. Sin duda, ¡es el lugar perfecto para unas vacaciones en familia! ¡Incluso pudimos llevar a nuestras mascotas con nosotros! ¡Una experiencia maravillosa!

Alejado, ideal para descansar, montañas, tranquilo.

Nada negativo.

El alojamiento se encuentra en medio de la montaña, lo cual es perfecto si buscas tranquilidad y descanso.

Me sentí muy especial, no tengo ninguna queja en absoluto.

Nosotros, mis colegas y yo, pasamos días súper guays. Primero, visitamos el parque acuático que está a solo unos minutos en coche. ¡Las atracciones eran increíbles! Luego, fuimos a la playa y disfrutamos del sol y las olas durante horas. Nos lo pasamos en grande, ¡qué vacaciones más chulas!

La única pega para nosotros, los chicos juerguistas, fue que no había discoteca cerca del hotel. Como adolescentes con ganas de fiesta, nos hubiese encantado tener un lugar cercano para sacudir el esqueleto y bailar sin parar toda la noche.